El camino de arena que dune la aldea de Kerrgallo con la
granja, lo hace de oeste a levante, de tal manera que cada atardecer al volver
del dispensario, el disco anaranjado del sol aparecía y desaparecía caprichosamente de los
retrovisores del Patrol .
En su primer tramo,
la veredita baja suavemente hasta llegar a los
aledaños de la aldea de Buniadu, desde donde para continuar hasta la
granja tuerce 90 grados, dirección norte, y es justo en ese momento cuando el
sol a nuestras espaldas que ha estado jugando con los espejuelos del coche aparece espléndido a la izquierda
, cercano ya al horizonte, de atardecida, marcando los perfiles a contraluz de
los tamarindos, las caobas, las acacias
y demás arboleda que salpica la sabana, pintando de naranjas y malvas, o azules, grises y blancos un escenario
espectacular. Repetido cada tarde durante años y al mismo tiempo siempre
distinto.
Tras cuatro meses de ausencia había vuelto a encontrarme
con las arenosas calles de Kololi, el bullicio comercial de los aledaños de la
estación del Ferry, el pintoresco y multicolor muelle en Banjul. Había vuelto a
pasar la bocana enorme del río Gambia con el paisaje humano irrepetible que trasborda,
me había reencontrado con tantas imágenes y lugares que habían dado marco a mi
vida en los últimos ocho años, sin salir de aquí...., pero fue volverme a
encontrar con ese sol poniente a la vuelta del dispensario de Kerrgallo lo que
ciertamente me hizo sentir que había vuelto.
Pocas
cosas han cambiado en este tiempo.
Lejos de la cara idílica que atrae al turista común y los sonidos del
reagge playero de las fiestas organizadas para ellos en esta "pequeña
Jamaica", en la sabana ,entre el polvo y los rastrojos dejados por la
última cosecha, se cuece una vez más la eterna resignación del africano
ante el lento pero inexorable aumento
del coste de la vida . Drama sordo que se refleja en las conversaciones con las
gentes del lugar: familias que han reducido la alimentación a una comida al
medio día, el gobierno que recorta a los funcionarios las condiciones
salariales y los programas internacionales de ayuda de los que Gambia ha vivido
en gran parte durante muchos años que se van reduciendo ante el aumento de los
conflictos y las dificultades en otras partes del mundo. Escaseces traídas de la sucia mano de la guerra , que
deja millones de desplazados y refugiados que
requieren de esos recursos.
Parece que la manta no llega para tapar a todos
Hace meses
le preguntaba al profesor Mbau, vecino de Kerrgallo y funcionario del
ministerio de Educación, cómo pensaba él que el pueblo gambiano reaccionaría
ante las dificultades, que habrían de incrementarse aún más, provocadas por la subida de los precios ,
producto de la crisis en occidente. "Con paciencia y amor", me
contestó.
Bajo esa
degradación de la cotidianeidad, la vida sigue su curso, porque siempre ha sido
así, de una u otra manera.
El
dispensario de Kerrgallo cada tarde cumple su misión de facilitar las medicinas
gratuitamente a quienes se acercan hasta aquí. Tras la avalancha de
enfermedades que provocan las lluvias, las existencias están en un punto
crítico. David me cuenta que ha entregado a un viajero, Ernest, que baja en furgoneta, un buen cargamento de medicinas y batidos
multivitamínicos que pronto nos lo hará llegar...Gracias Mensajeros x Gambia, y
gracias a Ernest.
Una buena
noticia: en el hospital de Essau desde hace unos pocos meses no escasea el
Pumpli NUt y por esa razón se han reducido al límite los niños desnutridos que
nos remitían para que fuéramos nosotros quienes se lo suministráramos. Las
existencias en el Hospital de Pumpli y de medicinas es un flujo cambiante ya
que depende de las donaciones exteriores que recibe el Gobierno.
La mala
es que el World Food Program que hasta ahora facilitaba al Gobierno el arroz
que servía para dar un plato de comida gratis a los niños de Primaria, ha
empezado a dejar de hacerlo en algunas zonas del país . Escasez que está
afectando ya a la zona más poblada de Banjul y alrededores. La causa , como
antes decía, son la nuevas exigencias de zonas en conflicto, como Siria, o al
menos éso dicen algunas fuentes, que
requieren de la ayuda internacional. Al final del verano, antes de marcharme,
os transmitía la noticia de que la Amana había promerido a la Escuela que este
año la incluiría en el reparto de arroz proveniente del World Food Program...
ésto no parece que vaya a cumplirse por ahora, y es una muy mala noticia. Muy preocupante.
Los pocos
viajeros que han pasado en estos meses por casa siempre han dejado alguna
donación que ha servido, poco a poco,
para que la construcción del nuevo edificio vaya avanzando- Pilar le preguntó
recientemente a Yuma si deseaba que ese dinero se gastase en arroz o se
emplease para la construcción, escogiendo el Profesor ese último destino.
Vista trasera: dos ventanas por clase |
Como se ve en las fotos, las paredes del
tercer edificio de aulas están levantadas, incluidas los dos muros divisorios
de las tres clases. La mitad de los
hierros que harán de soporte del techo ya están hechos, a falta de pintarlos y
la otra mitad tendrá que esperar pues el poco dinero que queda en cuenta servirá para pagar el sueldo del profesor de ciencias tres meses más. Y por ahora no
habrá dinero para más
Mientras
tanto y ya que las clases se
necesitan, tras poner unas
pizarras, los chicos han improvisado
un techo de hojas de palma con lo que
de alguna manera ya están prestando servicio, si bien los pupitres son ya
escasos para las necesidades de tantas clases.
Este año
, que ahora acabó sin vuelos directos a Gambia, ha supuesto una reducción enorme de viajeros y con ello las donaciones para la escuela cuya
progresión ha sido muy lenta y basada principalmente en las donaciones que
dejaron los compañeros que organizaron los terceros Juegos Olímpicos . Lo que
falta es: el techo, maderas y chapas. Rebozar las paredes. Echar el suelo y la
acera circundante, y los pupitres. Puertas y ventanas. Calculo que de 2000 a
2500 euros.
Un año más prosperan las cebollas en la huerta de la escuela |
La huerta
no ha tenido, tras las lluvias, el lanzamiento que esperábamos que debería haber supuesto la instalación
del gota a gota que se compró para 500
m2. El sistema no ha sido implementado debido a que, aún y habiendo sido
compradas las líneas de goteo, faltaba la instalación de una pequeña plataforma
a 2 metros de altura en donde debería de haberse instalado el o los depósitos
que conectados a las tuberías completasen el sistema. ¿la razón de este parón?
el dinero sobrante de los 20000 dalasis que se les prestó, tras comprar las
tuberías, no era mucho, unos 5000 dalasis. Yo había calculado que era justo
pero suficiente para levantar esa pequeña plataforma y comprar varios bidones
de 200 litros que conectados darían el volumen suficiente. Y así se los
expliqué antes de marchar. Es decir se
trataba de una solución casera pero válida. El profesor, a la hora de realizarlo,
acudió a una compañía que hace instalaciones de gota a gota con lo que le
pidieron una cantidad de dinero que triplicaba el balance que poseía. Claro
está que no pudo hacerlo...cuando estos día me explicaba la razón de no haber
instalado el gota a gota, mi contestación fue simple: "Yuma , cuando uno
tiene dinero y tiene que hacer algo puede acudir a una empresa para que se lo
haga. Cuando uno no tiene suficiente dinero trata de hacerlo por sí mismo, como
era el caso.." "Claro, es verdad". Fue su contestación.
Es el
riesgo eterno de las donaciones de blancos a otros más necesitados: cabe la
posibilidad de que el receptor se acostumbre a que se le facilite todo aquello
que necesita...
La
plataforma y los depósitos caseros se harán de esa manera , y como le dije,
"cuando tras las cosechas tengas dinero que sobre, entonces inviertes en
mejorar el sistema, si te parece....".
En todo
caso me garantizó que el préstamo se devolvería en el tiempo fijado: último
trimestre de 2013.
A la espera
de que gota a gota se instale y les mejore la producción en época seca, han
plantado unos pocos cientos de metros cuadrados de cebollas que ya lucen buen
tamaño, y tienen planteles de tomate y pimiento dulce pronto para trasplantar.
No será fácil, pero yo confío que con el tiempo la huerta se convertirá en un
soporte importante de esa comunidad
El sueldo
del profesor de ciencias se ha ido pagando cada mes, a nuestra cuenta. Poco a
poco la escuela se consolida en el perfil requerido por el Ministerio para
integrarse en el sistema educativo. La Amana (el Ministerio de Educación) paga
el salario del resto de profesores. Un gran avance producto de esa
homologación.
Más allá
de la escuela...
Gracias
al compromiso de nuestra colaboradora Charo Maldonado y familia, cada mes
Demba, el muchacho ciego, tiene el dinero para acudir al instituto. El curso
pasado lo ha resuelto con buenos resultados, entre otras cosas gracias a su
máquina Braille y su grabadora que Elena le facilitó.
Así mismo
gracias a Charo Maldonado, Karamo, el
hombre con colitis ulcerosa tiene el suministro de la medicina especial que
necesita.
Hace
meses Karamo vino a pedirnos ayuda para
construir un gallinero y comprar 15 gallinas para , con ello, al vender los
huevos, poder comprar la comida
especial que su condición física requiere, y así poder sustraerse del menú
cotidiano de la casa que , dice, no es lo más adecuado para él. Recientemente,
esos 4000 dalasis se le han facilitado gracias a una donación anónima . Parece
ser que la pequeña inversión ya se ha realizado...
Dentro de
la modestia y la discreción de nuestra acción, las cosas siguen su curso, con
nuestras limitaciones como voluntarios que han de compaginar su vida con el
tiempo dedicado a los demás. En ese sentido el esfuerzo de Pilar, ahora que debe cargar ella con todo , es
encomiable, pues ciertamente que ocuparse de su granja y su familia, de su
trabajo con los viajeros que de vez en cuando se dejan caer , y con el
dispensario y la escuela, es mucho. Y los fines de semana tiene tiempo para
dedicárselo a los árboles de anacardos con los que está repoblando la finca.
Soy
consciente del vacío de noticias que ha provocado esta nueva situación. Tan
solo quisiera deciros que el trabajo sigue su curso normal, y seguirá, pero que
va a ser imposible cambiarle el hábito a mi mujer de hacer y no decir.
De regreso a casa...la granja al fondo.. |