miércoles, 20 de enero de 2010

LOS NIÑOS DE KERRGALLO XXII. La vida va…


Más allá de la incidencia exterior protagonizada por vosotros y vuestra generosidad que provocó en meses anteriores una revolución en esa aldea de chavales y que a tantas cosas  y proyectos dieran paso, actualmente la vida de esa aldea ha entrado en una fase de normalidad, entre comillas. Los diferentes proyectos abiertos no culminarán ni empezarán a dar su fruto sino con el paso de los meses, y nos encontramos en ese camino.

La huerta tardará en llegar a un punto de pericia y por tanto de producción, a base de errores y trompazos: experimentación acode a las circunstancias en las que se encuentra, y que al fin y al cabo ha sido siempre la base del buen hacer agricultor. Pero estoy seguro que recorreremos ese camino. Voluntarios nos allanarían mucho las dificultades y acortaría los plazos...

Los chicos han culminado la producción de los casi 2000 bloques de cemento que levantarán las paredes de la escuela, y si Dios quiere, en los próximos días se les comprará los hierros para armar los pilares de la misma, y a su vez se empezará a levantar los muros.

Hay varias novedades importantes. La primera es que por fin hemos comenzado a llevarles en grupos de 10 más menos al dispensario de Buniadu para que Heike, con los medios que dispone, les haga una revisión. Han pasado ya 19 de ellos, entre los más pequeños y los más mayores.

El cuadro general que presentan es prácticamente común: desnutrición, falta de ingesta de agua, parásitos intestinales y anemia. Alguno de ellos tienen, además, añadidos, como piojos, hongos cutáneos, y otras afecciones.

He dejado para el final otra cosa: todos, todos, excepto los más mayores tienen caries.
A ver cómo se soluciona eso, que no sea escupiendo fuera los dientes podridos.
Yo ruego desde aquí, y lo haré firmemente en cada ocasión que se presente, que no se lleven caramelos a Kerrgallo. Estos niños no pueden lavarse siquiera los dientes, por ahora.

¿Se entiende mejor el asunto cuando se echa pié a tierra y se queda uno por aquí un rato?

La preocupación que me produjo la situación no era tanto el cuadro clínico sino saber si las medicinas y proteínas recetadas y entregadas iban a ser tomadas a las horas y con la regularidad necesaria. Estamos ante una comunidad de chavales que no disponen de padre ni madre que esté encima de ellos como hay que estar con los chiquillos en general y en especial para estos asuntos, y yo dudaba que al profesor no se le escapara el control de esa medicación, entre otras cosa la ingesta, tal y como Heike recomendó vivamente de 1 litro de agua antes de las comidas.

Al más mayor y responsable de ellos, Hafiz, le encargué el trabajo de controlar la toma de medicinas para descargar al profesor de una obligación añadida. Hafiz me dice y los demás lo corroboran que ese seguimiento estricto se hace.

Por otra parte quiero esperar a que acaben las visitas para todos, para sentarme con Heike y hacer un planteamiento global que prevenga en el futuro las carencias constatadas. No va  a ser cosa fácil, pues se mezclan dos planos, por una parte el como enriquecer su dieta con algo más que arroz y por otra una serie de cambio de hábitos que afectan a la higiene, y que como todos sabemos no puede producirse por la emisión de unas órdenes e indicaciones en un cierto momento, sino que esos hábitos se cambian y se inculcan con el seguimiento y el día a día . Es un cambio cultural y eso exige una enseñanza: la que normalmente proporcionan o deberían de proporcionar los padres en la convivencia cotidiana. Asunto difícil. Ya veremos como se hace.

Antes de iniciar las visitas al dispensario, hice que Heike visitara la escuela y conociera las condiciones de los chavales  sobre el terreno. Salió espantada claro.

Heike, si no lo tuviera yo claro con anterioridad, me mostró una vez más su sensibilidad y capacidad de reacción inmediata, pues aquella misma tarde que les habíamos invitado a pasar por la granja y tomar una limonada, vinieron con su ambulancia cargada de bolsas de ropa hospitalaria: para doctores, batas para  enfermeras y sábanas de hospital.



Una gran cantidad de material a la que les sacaremos rendimiento. Por lo pronto las muchas sábanas nos van a solucionar un problema pendiente que teníamos en la agenda, y que tan solo el agobio de trabajo de mi mujer estaba retrasando su confección,  y de las ropas  sacaremos, haciendo modificaciones,  uniformes multicolores (en tonos de pasillo de quirófano y hospital, claro está) o simplemente ropa para ellos. O sea, magnifica donación de Heike y Henry.



Ante tanta ropa blanca , y de colores suaves, se me ha planteado otro gran problema: ¿cómo estos chicos que tienen que ir a sacar el agua de un pozo a 200 metros y que su austeridad más los malos hábitos hace que lleguen a estar deshidratados, cómo van a mantener limpias todas esas ropas cuando las que visten ellos normalmente son medio harapos sucios? Tenemos otro problema de envergadura por delante. Cada vez que abordamos uno, se nos plantean dos derivados de la nueva situación: uno de tipo logístico otro de tipo educacional.

En el proyecto que se le ha mandado a Nakupenda para que trate de obtener la subvención para el pozo del campo grande, introduje a última hora un añadido, cual era un nuevo quinto depósito de agua que proveyera de la misma a una zona de servicios, toiletes y lavabos que incluyera un lavadero. Sin esa agua y esos servicios poco probable es que a los chavales se les pueda inculcar unos hábitos de limpieza para su cuerpo y sus ropas.

Si la subvención no sale, habrá que hacerlo de cualquier manera, es imprescindible para su salud e higiene.

La vida va, amigos. Va para adelante en esta nuestra nueva familia de medio centenar de chavales con los que aparte de su buena educación moral de base, queda prácticamente todo por hacer.

Si Dios quiere, lo haremos.

Un saludo, en los próximos días os iré pasándolo nombres y caras de cada uno de ellos, ya que las vistas al Dispensario han sido aprovechadas para hacer un ficha de cada uno de ellos y ellas. 


Ahmed

6 comentarios:

Historias de África dijo...

Gustavo... ha sido un relato de esos de joder joder joder cuanto camino queda pero no nos vamos a rendir... antes no se tenia nada y ahora muchas cosas en marcha... poco a poco poco a poco voy a tomarme la pastilla de la paciencia... por cierto lo de la higuiene dental voy a ver como lo integramos en mxg... un abrazo muy fuerte y animo... tú eres nuestros ojos... estoy contigo, estoy con kerrgallo...

Ahmed dijo...

Muchas gracias David.
Fíjate otro detalle de Heike, el segundo día que llevé a un grupo, o primero que hizo fué sacarme y ofrecerme para los chavales una bolsa en donde habrían, yo qué sé.., tal vez 100 cepillos de dientes..Y le dije "¿a donde vamos con eso Heike? estos niños pueden gastar 2 euros o más al día en pasta dentífrica...otro gasto más". Le dije, vamos a esperar a que se acabe toda la revisión médica y después planteamos globalmente la situación y cómo se aborda...No sé si tú tienes algo en la cabeza para lo de la higiene bucal..pero por ahí van los tiros.

Ciertamente es que no tenían nada, su situación a nivel de salud, condiciones de vida, higuiene, nutrición, ropa. colchones...cero. La copmikda, azzroz blanco todos los días...Es mucho lo que se está haciendo, pero es que acceder tan solo a unos mínimos implica muchas cosas: el agua más o menos disponible, no diré que "agua corriente", fíjate que tienen síntomas de deshidratación porque están aconstumbrados a lo mínimo, como 50 naúfragos en una barca a compartir el agua que hay, acostumbrados a la austeridad absoluta, el jabon y el lugar para lavar tanta ropa, unos retretes y unas duchas..la higiene es fundamental. Ese es ya otro gran objetivo, otra gran cereza enganchada a otra gran cereza, tira de una y salen dos y de las dos cuatro...Vamos adelante David, ni me preocupa ni me arreda, se hará y pondremos a esa comunidad de chavales en buena vía de futuro, de autosuficiencia, de decencia, porque dignidad y felicidad, sin tener nada, tiene bastante, paradógicamente...si Dios quiere todo se hará.

LORENA PÉREZ dijo...

...el proyecto saldrá Gustavo.... Confiemos!!
Si se proyecta y se imprimen en él solamente la mitad de la ilusión y el amor con el que lo estamos haciendo... puedes estar seguro de que saldrá!
...y si no de ACOSOL, de algún otro sitio...

Un fuerte abrazo.

...y gracias por tus relatos... Me hacen sentirme un poco allá, desde acá.... mientras llega el momento del abrazo.

Ahmed dijo...

Hola Lorena. Estoy seguro que saldrá. A mí sigue maravillándome lo que pueden hacer unos pocos cuando unen fuerzas, ilusión...Y realmente esta gente, tan desasistida, primero de sus propios padres, después de todo lo demás necesitan este impulso que les estamos dando. Y son dignos receptores. Fíjate, hoy fuimos mi mujer y yo, con dos viajeros a comer a El Color de la Papaya. Casi se me caen los palos del sombrajo cuando de pronto había algo en la huerta que no me encajaba: ¿qué habían hecho para poner el "restaurante" en mitad de la huerta cuando antes estaba en un rincón? durante segundos me he quedado desconcertado, no encajaba las cosas en el espacio..hasta que lo he puesto todo en su sitio: en menos de dos días habían retirado la cerca del lado este, la que daba a la espalda del "restaurante" 15 metros hacia atras, por éso me daba la sensación que habían cambiado el lugar de las comidas al centro de la huerta. Y es que ese espacio que habían ganado al "campo grande" que se encuentra colidante, lo habían, así mismo en dos días cubierto de sombreado, por ello todo me parecía igual. Es decir en nada de tiempo, han ampliado la huerta y el sombreado en 1/3 de lo que había. ¿La razón? pues que los planteles que hicieron Chiara y Aitor no podían repicarse pues ya no había espacio. Total, han extendido la huerta, la cual empieza a tener dimensiones bien majas. Nadie se lo ha dicho que lo hicieran. Había que hacerlo y lo han hecho en un plis plas. Me he quedado sorprendido en extremo.

Por otra parte, hoy ya les he llevado cinco bolsas más de cemento, pues ayer les llevé dos para que se empezara a construir las paredes de la escuela, y ya las acabaron. Ya tenemos bloques por encima del nivel de la tierra, y pronto empezarán a verse las paredes.

Su entusiasmo es muy gratificante, y en situaciones así uno iría con estos chavales a cualquier parte. Lo dan todo, lo están dando todo, es magnífico.Nada se malversa y se exprimen los limones y las piedras...

Un saludo y ánimo con lo de ACOSOL. Yo estoy estirando el dinero para ver si con lo que hay podemos empezar a pensar en los retretes y el lavadero, cuando se acabe la escuela..

Un abrazo

Gustavo

Te contesto al email mañana, aunque he pedido los datos personales de los empleados de Njawara y no me los han pasado...

Gabi dijo...

Que bueno lo del huerto ampliado. Son una caja de sorpresas estos chavales. Para sacarse el sombrero. Otra lección.

Salut

Las Aventuras de Blasi dijo...

ole lo del huerto... ole ole ole, ole los chavales de kerrgallo...