domingo, 13 de febrero de 2011

LOS NIÑOS DE KERRGALLO (CXVIII). Una etapa más, un tren más lleno, un futuro mejor.

  Hay iniciativas que llegan muy lejos. Gracias Oriana, gracias Sergio.





"Tengo la cabeza apoyada en el cristal del tren que me lleva de regreso a Valencia, con una mezcla de sensaciones… dejo atrás un fin de semana que no caerá  en el olvido y que sirvió para muchas cosas… 

Salí de Valencia con la maleta llena de cámaras, cables, el ordenador, un libro y algo de ropa… pero cuando la subía al tren hace una hora la notaba mucho más pesada… iba lleno de recuerdos de la cena, de cosas que he aprendido, de intercambio de experiencias, de opiniones, de confirmaciones, incluso de productos de Herbalife… de nuevas ideas y de una agenda más llena en el terreno personal y para con El Color de la Papaya, Gambia, Kerrgallo, Mensajeros o como quieras llamarlo porque al final todos somos lo mismo…

La cena era el viernes a las 21.30h y yo llegue a Port Ginesta, al Restaurante Baci a las 14.00h; el encuentro con Ori (Oriana) fue especial y sencillo… su familia había caído en mis manos porque buscaban un viaje diferente, y así fue el pasado diciembre; luego en España decidió impulsar la cena… Gustavo me habla del paso de Ori por Gambia y a partir de ese momento los correos y las llamadas son interrumpidas para organizar la cena… teníamos ganas de conocernos… llegamos al Baci y conocí a Sergio, su marido que también estuvo en Gambia (con sus dos hijos)… y conocí a la familia, a los padres y dueños del Baci, y al resto de la familia, los que lo son de verdad y los que como si lo fueran…

Pasé toda la tarde con Ori hablando de la experiencia de Kerrgallo, se le iluminaba el rostro, te transportabas a la aldea a través de su mirada tan llena de humanidad, de sencillez… hablamos del mensaje de la cena, de las expectativas, de nuestros miedos, de nuestras ganas… Por allí se acercó Lolo y David… otro momento grande… por fin le conocía y es que en esta historia te encuentras por el camino a mucha gente de un valor incalculable y solo el teléfono o el correo te mantiene unido… el gran Lolo, un tipo pata negra, como Iñaki, Mari Carmen y muchos más…
Hicimos las pruebas de sonido e imagen y todo ok y durante un rato estuvimos juntos intercambiando ideas… 

Las últimas horas las pasé solo refugiado en mí mismo, repasando las ideas y conceptos claves de esa noche, hablando con Gustavo unos minutos… era el primer acto público de El Color de la Papaya; era una noche importante… había que bordarlo… pero cuando el motor de algo es el amor es mucho más fácil… estaba todo preparado.

De repente a las 20h apareció parte de la mesa de los distribuidores independientes Herbalife, estos amigos que con su aportación están cambiando la vida de los niños… porque qué gran verdad es que “somos los que comemos” .
Me senté con ellos y les agradecí profunda y sinceramente su aportación y la repercusión de su aportación… Les hable de Kerrgallo, de Gustavo, de la organización… de qué se hacía y sobre todo CÓMO se hacía… les adelanté parte del contenido de la presentación de forma espontánea y me hice una idea de cómo funcionaban…

Llegó la hora y los invitados aparecieron poco a poco; Ori y Sergio me fueron presentando a amigos y clientes de toda la vida quienes mostraban su ilusión de estar allí… muchos expectantes de los que les había contado Ori… y por supuesto conocer viajeros que habían ido o que iban a Gambia y que solo conocía por teléfono… Mar, Marta, Marta Tresserra (a quien toda la Familia de la Papaya le deseamos una pronta recuperación a su marido), Vicenç, Sebastián, Eugenia… y por supuesto llegaron Lolo y su chica, Iñaki, Cristi, Jaume y su mujer, amigos míos (Toni y Judith)… 104 en total más todos los que de alguna forma no pudieron estar presentes pero en realidad se encontraban entre nosotros.

A las diez en punto nos congregamos entorno al proyector y empezó la presentación… 
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El punto inicial era clave: el objetivo de aquella cena que hacía referencia a transmitir un modelo de solidaridad diferente donde lo principal no es el dinero sino el factor humano: 


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Esta cena,  su objetivo,  no es solo recaudar dinero para la escuela de capataces agrícolas, sino que va más allá, no un poco sino mucho, y es el transmitir que una forma de solidaridad es diferente, donde el factor humano juega el papel más importante.
El dinero ni es lo principal ni lo más importantes; es verdad que sin él no se habría construido la escuela o la casa dormitorio…  pero la mayoría del dinero donado ha sido por personas u organizaciones conocedoras de lo que se está  haciendo y que han viajado a Gambia y han sido testigos directos de esto. Si alguien hubiera llegado el primer día a la aldea con 100.000€  el resultado no hubiera sido nunca el mismo.
Ha sido esa experiencia personal de los viajeros en la que han dado parte de su tiempo, de su afecto y de su conocimiento (es decir el FH) lo que luego les ha llevado a realizar de forma espontánea una donación o impulsar acciones como está cena. Es más,  personas que han querido hacer una donación in situ se las ha invitado a que lo hagan una vez llegan a España y hayan madurado la experiencia.
Permitidme además que os diga algo que ya sabéis que es más enriquecedor para nosotros y para los que reciben la ayuda el dar nuestro tiempo y afecto que dar nuestro dinero (el cual insisto es muy importante, pero ligado a lo anterior).
No os conozco personalmente y estoy seguro que todos sois buena gente y honrada…  pero os invito a que reflexionéis sobre este asunto…  no es necesario ir a Gambia para echar una mano…  seguro que aquí en Barcelona hay algún colectivo al que podamos ayudar dando nuestro tiempo, afecto y conocimiento.

En esa primera diapositiva además se habló de la transparencia que entendemos debe tener toda org.: la económica; que la cuentas sean públicas sino además una transparencia de ir contando como hace Gustavo con el blog el “día a día” de las aldea y de las iniciativas
Al terminar esta primera diapositiva alguien de forma espontánea arranco un “¡¡¡bien dicho!!! y un inesperado aplauso que me dio alas para seguir de forma apasionada transmitiendo quién era y qué hacia El Color de la Papaya…. Yo al fin y al cabo solo era un instrumento aquella noche.

Todos se mantenían de pie escuchando atentamente cuales eran las características de la Organización y cuáles eran cada una de las iniciativas en funcionamiento y un poco su historia y su por qué… para acabar con un resumen de lo que se había construido para entender la envergadura y  cómo se había hecho, las consecuencias y la clave de todo esto:

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Y con esto acabé  dando paso a una serie de agradecimientos importantes en nombre de todos:
·     Distribuidores independientes de Herbalife.
·     Spanair.
·     Fundación Cuadernos Rubio.
·     Jabones Beltrán.
·     A muchos anónimos: Farmacéuticos, empresas de pediatría, personal de hospital, personas que han donado dinero.
·     A organizaciones colaboradoras como MxG,  BDG y Pro-BCNA.
·     Un sinfín de viajeros que han pasado por la aldea y han sido mensajeros, y que han compartido su tiempo y afecto para con aquella comunidad.

En nombre de la Org de Caridad de El Color de la Papaya di por concluida la presentación. Agradecí las felicitaciones recibidas; aunque las felicitaciones no dejaban de ser para todos los que de alguna manera estamos involucrados, por lo que se está haciendo y sobretodo CÓMO se está haciendo… pues yo solo soy una pieza más de esta “máquina” en forma de corazón.

Pasamos todos a nuestras mesas y dimos cuenta de un festín gastronómico y de compartir la mesa. No tuve oportunidad de comer mucho, pero por lo que decían y viendo los platos pasar, la calidad y cantidad de comida y el cariño con que se prepararon y sirvieron dejaron atónitos a la mayoría.

Tuve el privilegio de pasar durante varias horas por cada una de las mesas de los diferentes comedores e intercambiar algunas palabras sobre lo que les había parecido la presentación, lo que hacia la Organización y cómo lo hacía, si tenían alguna duda, si querían comentar algo. Mayoritariamente estaban sorprendidos y encantados de los que habían visto y oído… en diferentes mesas tuve la oportunidad por sus preguntas de entrar en profundidad en algunos temas como era la necesidad de hacer algo más allá de una simple donación, la necesidad reciproca y diferenciada de ayudar y ayudarnos… el factor humano, el factor humano, el factor humano… en Gambia, en Barcelona o donde sea.

En la mesa de Herbalife estaban realmente contentos e incluso emocionados de lo que habían presenciado… la oportunidad de conocer en profundidad qué y cómo se hacían las cosas y la impagable colaboración que nos brindan… la repercusión que sus donaciones supone; el efecto positivo de ese complemento nutricional que toman los niños de Kerrgallo… tomaron CONCIENCIA, incendiamos sus corazones como a muchos otros de los presentes…

El éxito fue rotundo y todo gracias a Ori, la persona que impulsó esta cena, la persona cuyo corazón fue incendiado, iluminado, contagiado en Gambia y cuya experiencia fue madurada en España y dio lugar a ese punto de encuentro que ha supuesto un antes y un después.

Al día siguiente tuve la suerte de pasar varias horas con Mari Carmen y su marido, distribuidores independientes de Herbalife… impulsores entre sus compañeros de las donaciones que realizan a Kerrgallo.
Compartimos más que la mesa… les pude contar detalladamente la historia de la aldea y de la Papaya, de Gustavo, mi compromiso, el de Lolo, Iñaki, el de tantos viajeros…. Conociendo la historia se comprenden muchas cosas… hablamos de nuestras vidas, hablamos de Herbalife, de la alimentación, de la NUTRICION, del cuerpo humano, de la vida, de nuestras vidas, y como habían sido nuestros caminos… estrechamos lazos, nos hicimos amigos…
Hace años que no había conocido a una mujer con tanta pasión por su “trabajo” (no es un trabajo es una forma de vida). Su experiencia de conocer a gente a la que tanto ella ha ayudado… y verla como ha mejorado en su salud… Una mujer que se ha visto en mil batallas por problemas de salud y ver cómo ha salido adelante y dando guerra con una energía desbordante… Conociéndola sé que podemos estar tranquilos, que su compromiso para con Kerrgallo es infinito.
Son muchas cosas las que me traigo en la maleta… muchas cosas que hacer…

Gracias a los que me han dado la oportunidad de ser partícipe de todo esto…

Gustavo tú estabas presente. Kerrgallo estaba presente.

Removimos las conciencias e incendiamos algunos corazones. 
Un abrazo"

David 




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