domingo, 5 de septiembre de 2010

LOS NIÑOS DE KERRGALLO (LXXXIX). El mes de Agosto


La marcha de los viajeros , los últimos del mes, me dejan en la madrugada unas horas para cumplir mi deber con mis amigos y amigas que siguen esta historia, escribiendo a vuela pluma, las últimas cosas sucedidas.

La culminación de un año suele acarrear siempre un cierto balance. De hecho para los que ayunan un mes al año, ese mes es un momento especial para hacer ese balance, para hacer una revisión y puesta a punto. Para meditar. Sobre muchas cosas, sobre nuestros errores, por ejemplo. Y para pedir perdón por ello, y tratar de hacerlo mejor, con la ayuda de Dios.

Pronto hará un año que en un día de ayuno me acerqué a una comunidad de chavales para saber de ellos, y supe que pasaban hambre. Después supe muchas cosas más.

La proximidad de esa culminación anual me lleva a reflexionar sobre el camino recorrido. La culminación de la escuela es un símbolo más de que algo se cierra, un capítulo. Y yo tengo la sensación de haberme vaciado en este blog  manejando los hechos, sus interpretaciones  y sus simbolismos, yendo de un plano de la realidad a otro menos perceptible de esa misma realidad. Y vuelta atrás, o abajo según se mire, en un carrusel tan intenso, que cuando contemplo el trayecto me parece haber vivido uno de los años más densos y provechosos de una vida.

 Benditos niños de Kerrgallo, y benditos miserables de la tierra que conservando aún la pureza de un hombre no corrompido nos vivifican y se ponen en medio de nuestro camino para redimirnos.

No soporto esa literatura noña de quien está más necesitado y desamparado que esos miserables, mil veces más. Y que además, por exageración tendente a movilizar los recursos a través de la huera sentimentalidad, que no la conciencia, deforman las realidades, en la marcha de los pueblos que luchan por combatir sus problemas, como en este caso y país, es la educación gratuita en primaria, la protección sanitaria prioritaria para mujeres y la infancia, y la promoción escolar en secundaria de la mujer, así como el tratamiento gratuito de la malaria en los hospitales. Por mucho horizonte que quede por recorrer...

Me considero un privilegiado y a veces mi mujer y yo pensamos en que las olas de playa nos varen más adentro, sin tanto ir y venir


No puedo hacer un resumen de las cosas leídas en  ese nivel al que me refiero, tampoco lo quiero. Creo que está todo dejado por ahí atrás. A pesar de no haberlas vuelto a leer, se que están por ahí atrás, entre ladrillos, pimientos, colchones y clases de español. Todas están dichas, al menos las que yo alcanzo a vislumbrar en mi interpretación de la realidad en sus planos diferentes.

Para algunos esa lectura habrá aportado una dimensión diferente a la acción exterior y en su conciencia interior, el corazón, para otros no les dirá nada, y se preguntarán qué es lo que me tomo para que se me vaya tanto la olla. Para otros, los más velados, lo considerarán una proyección de mi propio ego, con ganitas de dar lecciones, sintiéndose confrontados en la acción, implícitamente aludidos, y percibiendo una difusa amenaza para un panorama monolítico en el campo de la solidaridad.

Esto tan solo para mí ha sido un recorrido espiritual y de conocimiento a través del corazón, porque las meninges ya tenían muchas cosas claras. Para ellos, los niños, una bendición llegada desde muchas gentes y canalizadas por mis manos y mi cabeza.

Y consciente de que hay mucha más necesidad por parte de los viajeros de un mundo tan necesitado de retomar su esencia de humanidad, que la que puedan sentir los desheredados por sus carencias materiales, esos viajeros en el fondo han estado más  presentes en mi accionar y en mi decir, que los propios chavales. Pues ellos eran los más necesitados.

De ahí tanta energía derrochada, en decir, en explicar, en tratar de que no se cometan errores, de que la acción sea alumbrada y no contribuya más aún a velar el corazón y el conocimiento. Como por ejemplo cuando se le explica a alguien que su satisfacción al contemplar la carita de un niño que recibe un caramelito o un juguetito, no es sino el salario forzado por un ego y una emocionalidad perniciosa, y que la renuncia  a ello, es un combate contra lo peor de uno mismo, en aras del beneficio de aquel a quien queremos ayudar, entre otras cosas a no convertirlo en un mendigo, pervirtiendo de paso la hermosura de la relación que es factible alcanzar, entre dos seres humanos tan abismados por sus circunstancias, que encuentran en un contacto desprovisto de interés la satisfacción más profunda. Desde luego en lo que respecta al viajero.

Cuando hemos proyectado e impuesto, tras la exposición razonada, esta manera contenida de accionar, unas veces se nos ha comprendido, otras no, y se nos ha tachado de dictador, de egóico, cuando no de beneficiarnos de los niños.

Bien, qué más da?.

Siento que al cerrar este año, todas esas “lecciones” están ya expuestas, y que habrán sido aprovechadas por quien su corazón estuviera en disposición de ello, y rechazadas y malinterpretadas por quien su proyección personal así se lo impidiera. No se trata ya de repetir y de aburrir siempre con las mismas cantinelas. El curso se ha acabado con la culminación del primer año.

 Al fin al cabo el agua de lluvia que cae es recogida según el tamaño y la forma del recipiente.

Mi intención tan solo la conocemos , yo y a Aquel a quien rindo cuentas. Que es para Quien trabajo

Procuraremos ceñirnos al desarrollo de los acontecimientos en el plano más evidente por el que discurre la “realidad”. Entre otras cosas , porque yo también me canso.


Agosto ha sido un mes intenso. Por el paso de tantas personas, por lo que ellas han hecho y por el rastro que han dejado.

Lo más importante a mi juicio, ha sido el paso por aquí de una persona , especial en el trato con los niños y adolescentes: Miguel Angel. Profesor él, de matemáticas, que sin saber, ni siquiera él mismo, cómo aparecieron por aquí, cayeron Miguel y su esposa, como dos flechas lanzadas desde un horizonte lejano, para clavarse decididamente en el centro de la explanada. Son de esas cosas, que han sido abundantes este año que acaba, que pasando en torno a esta historia, uno no comprende cómo llegaron a suceder. Ni siquiera lo entienden bien los mismo protagonistas. De forma ciertamente milagrosa.
Miguel Angel apareció por aquí y no se desprendió de esa explanada. Inició algo que tendrá una repercusión enorme: les empezó a enseñar cálculo, sumar , restar, les descubrió un puente de plata que ellos intuyen lleva a algún sitio importante y mágico, como son los números. Yuma percibió la importancia del hecho y se volcó  en las nuevas clases.

Miguel Angel había abierto una puerta al infinito.

Un creyente comprende bien la existencia del Infinito. En torno a Él gira su vida, y los rastros existentes en el mundo perceptible que llevan a la cercanía, paradójica, de la infinitud, conecta con su concepto de trascendencia. Las matemáticas son uno de esos rastros que en tanto que símbolo nos familiarizan con ese concepto tan difícil de aprehender como es la infinitud...partiendo de la Unidad.

Miguel Ángel abrió una puerta al infinito. Y tras ella se colaron, como arrastrados por una corriente viva dejada tras él, los viajeros que sucesivamente habrían de llegar ese mes. Uno tras otro, pasaban las tardes, o alguna hora de la tarde, sentado en un pupitre, junto a un muchacho y frente a una libreta, tratando de enseñarle la magia de las operaciones: sumar y restar. Crecer o decrecer. Expandir o contraer.

Una de las frases , por lo que encierra, que más han impactado en mí, y que resume mejor que nada la dirección que se ha tratado de imprimir en la filosofía de la acción que envuelve la explanada, la pronunció Jaume Sadurní, al acabar una de esas tardes: “he venido muchas veces a Gambia, 9  o 10. He hecho muchas cosas, y he repartido muchas cosas, pero nada me ha producido más satisfacción que enseñar a sumar a un niño”.

Esa frase, esa experiencia , es la culminación de nuestros esfuerzos, la prueba de que hemos apuntado en la buena dirección.

No te creas viajero que hiciste algo grande, parando el jeep descubierto por el que recorrías el trayecto que te llevaba a un punto de interés turístico, y en diez minutos en los que tu  guía paró la nave espacial que te condujo de otro mundo, para repartir unos caramelos, unas libretas de propaganda o incluso un saco de arroz al alcalo. Sí que pudo tener su qué, la cosa. Pero si deseas hacer algo grande, piensa en dar algo más de tu tiempo, de tu afecto, o de tu conocimiento. Y verás lo que es bueno. Para ti, sobre todo. Para ellos también. Es un viaje a otro mundo cuya estación término no eres sino tu mismo. Es la paradoja de la renuncia y la generosidad: lo recibido es más de lo aportado. Es la clave del crecimiento y del desvelamiento. La clave de la Creación, y del “Conócete a ti mismo”. Cuando descubras que tu Ego es tu enemigo y no cesa de engañarte para sumirte en la desazón sin fin, comprenderá que tú eres él. Entonces lo sabrás todo.

Han sido varias docenas de personas las que han participado en esa historia, que creo, que como las clases de español, son ya una realidad con visos de permanencia. Iñaki, Reme, y otros mantuvieron la llama encendida durante días, mientras que la imprescindible colaboración puntual de los visitantes, permitía emparejar a los muchachos , cada uno con un profesor blanco, sentados en un pupitre de a dos.




De un plano a otro.

El año que acaba, y gracias a ese discreto donante que hizo posible la escuela, estuvo simbolizado por ese edificio, que además de ser sede de conocimiento, sirve para que los chicos, a falta de un sitio donde estar, más allá de sus chabolas, usen la escuela como el centro físico de su vida. Sobre todo cuando la lluvia cae.
Ver llover desde las chabolillas no es lo mismo que desde una escuela que da para juegos y más cosas. Aunque ello haga más difícil mantenerla impoluta...

El año que comienza tiene levantada una bandera que asumió con sus manos Bon Dia Gambia: levantar una casa dormitorio con dos grandes estancias, cada una de seis x 10 metros, que contendrá 12 literas dobles, para 24 niños cada habitación y unos lavabos y retretes.

Se han picado y rellenado los cimientos, y las primeras dos lineas de bloques ya están puestas. En unos meses, si Dios quiere, el perfil de la explanada se habrá cubierto en parte, por su lado sur , con un emblema levantado  sin tanta historia por unas gentes que ciertamente se involucraron algo más que simbólicamente en los problemas de una comunidad de niños y niñas.
Confiamos que Bon Dia Gambia, será capaz de llevar esa nave a buen puerto y de concitar en torno suya, los esfuerzos necesario para ello. Muchas gracias, pues no es poca cosa lo que os habéis marcado como objetivo.


La higiene: se han dado unos pasos muy importantes. Jaume y Laura, han estado especialmente sensibilizados por estos asuntos desde hace tiempo. Han conseguido jabones y dentífricos y neceseres. Y hoy día la limpieza bucal es algo presente. Un hábito que se abre paso, al igual que la ducha vespertina diaria. Necesitamos suministro constante de esos materiales.


Por otra parte, un  vistazo con perspectiva, nos permite decir que el abordar el problema de la desnutrición crónica ha seguido un proceso, creo que ejemplar.

De tan pertenecer a nuestro día a día, a veces olvidamos  lo que supone la ingesta diaria para esos chicos de los batidos multivitamínicos que es una gran acción. Primero potenciada, solución creada por Mensajeros X Gambia, y después implementada por tantos viajeros que pasan penalidad para hacerlos llegar.

Esta grandísima acción de carácter paliativo, ha tenido durante este año la proyección de unas acciones necesarias, dentro de la búsqueda de soluciones sostenibles, de proporcionar a la escuela del aporte de leguminosas que permitan salir del estrecho margen del arroz blanco y poco más. Los donantes olímpicos iniciaron esa acción dejando un fondo que se administra semanalmente en dos entregas de 5 kilos, y los amigos de BDG dejaron tres sacos de esas judías para mezclar con el arroz, y que tantos parabienes recibió por parte de los doctores.
El proyecto de las Cabras es otros solución estable. Ya van 31 compradas, 32 si se cuenta la que murió. Y si Yuma encuentra buenos precios vendrá hoy de Senegal, al menos con 15 más. Estamos casi en las 50, y creo que pronto llegaremos al objetivo de 1 cabra 1 niño. Mejor dicho, 1 niño una cabra. Los viajeros que pasan dejan su grano de arena, y discuten entre risas si debe de ser el nombre de ella o el de él, que  se le imponga a la nueva cabra...

Nos queda la tercera herramienta para que un día los problemas nutricionales para ese centenar de seres humanos pase, y para que puedan prescindir del apoyo externo: la creación de la huerta del campo grande, como base de una explotación agraria, que aparte de enriquecer la dieta y ser capaz de generar excedentes, sea a su vez una escuela práctica de agricultura.

Creo firmemente que ése será el punto culminante de nuestra acción sobre esa comunidad. Nada más habrá que hacer por ellos, entonces, gracias a Dios.

La espectacularidad y claridad inmediata y estratégica de este proyecto, nos trajo a bote pronto aparentes esperanzas creadas, que no han conducido a nada. No hemos abandonado la idea, y somos consciente que su talón de Aquiles se encuentra en el factor humano: este es un proyecto que tiene que ser articulado desde España, pues la clave está en la monitorización y coordinación del proyecto y de los voluntarios que deben de manera continuada dirigir , primero la implementación del proyecto, segundo hacerlo exitoso y tercero sentar la rutina y los contenidos, del trabajo diario de los chicos y de la enseñanza de la práctica.
En breve voy a tener una reunión con Yuma, para expresarle la trascendencia, que a mi juicio tiene este proyecto, y que tras meditarlo me diga si están de acuerdo y asumen el compromiso personal de él y los chicos que supondría esa implementación.
Después de obtener su aquiescencia, sería cuestión de ver, desde la Universidad, colegios profesionales de agrónomos, plataformas de internet que hagan un llamamiento a esta colaboración, la forma de articular el proyecto desde el punto de vista teórico y desde el punto de vista humano.

Los dineros, me dice Jaume, que tarde o temprano se conseguirían. De eso estoy convencido.

Como hay mucha mala intención, y ya que se empieza a decir en tabernas y mentideros de españoles en la otra parte, que servidor usa a los niños para enriquecerse, le propondré a Yuma que se haga un cuarto en la explanada destinado a alojar gratuitamente a los voluntarios, con lo cual se facilitaría los costes de éstos colaboradores.

Ese proyecto de la Granja Escuela de Agricultura , sin duda es la culminación de esta historia. Por lo que significa respecto a la auto subsistencia con la generación de ingresos, por lo que implica respecto a la lucha contra la desnutrición al aportar verduras a la dieta y por lo que supone a cerca de la creación de generaciones de agricultores modernos que extenderán la semilla de un modo de ganarse la vida en varios países cuando ellos vuelvan, después de años de aprendizaje, a sus lugares de origen.

Concentraremos nuestras energías  este año en tratar de que sea posible.

Será la culminación de todo. A partir de ahí volarán solos y lejos, muy lejos. Y nuestra misión se habrá acabado, aquella que nos esperaba como una misericordia que había que descubrir tras el bosque de mangos que ocultaba la explanada, para no ser sino un paso más en el camino que nos debe de llevar a la tumba y al encuentro. Insha Al.lâh ¡¡



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